Hace mucho tiempo que no me sentaba a escribir alguna cosa en un blog, de hecho, es interesante cómo los blogs han evolucionado/madurado con el tiempo, donde en algún momento tuvieron un gran boom por allá al rededor del 2010, y hoy en día no queda nada de ellos, y aún así, la vida media de la relevancia del contenido que se genera hoy en día en otro tipo de redes sociales no pasa de los 5 años.
Durante este tiempo que no he escrito nada en computador, ha corrido mucha agua, han pasado muchas cosas, la mayoría muy interesantes, pero de las cuales aún tengo ganas de vomitar de lo hastiado que quedé, y aún con todo, no he logrado organizar bien mis pensamientos para entender por qué quedé tan afectado.
A modo de resumen, me metí en la piscina del emprendimiento, y con tanto despiste que terminé metido en un programa de lo que después me enteré, era la aceleradora más importante de Silicon Valley (Y Combinator Fellowship 2). El intento de Startup que hice con mi ex-socio no resultó por diversas razones (de orden económico y político), pero poco después terminamos montados en otra Startup, esta vez sí con lo que le hacía falta a la anterior (plata), pero poco a poco esta se fue desintegrando y quedando sin alma, hasta que hace un par de meses el cierre de esta ya se hacía inminente, pero mis ex-socios se confabularon para sacarme y pivotear la empresa.
Así y todo fue divertido, pasé la pandemia, aunque durante ese tiempo me sumergí en una depresión emocional que hasta el día de hoy me tiene afectado de tanto en tanto.
No puedo decir que todo lo que pasó fue malo, de hecho, objetivamente puedo decir que fue un viaje bastante entretenido y quizás con el tiempo tenga que escribir más detalles, pero la parte que es importante es el «¿Y ahora qué?».
La parte que me tiene más desubicado es que en algún momento de inflexión, decidí que planear mi vida al rededor del futuro de la empresa, al rededor de otras personas, al rededor de otras ideas, al rededor de otros objetivos, sería buena idea. Decidí que confiarme en otros era más conveniente, pero con el complot que sufrí hace unos meses, tuve una buena mojada de realidad.
La forma más gráfica de verlo, es que el barco se estaba hundiendo, y mis compañeros prefirieron lanzarme por la borda para ver si sobrevivían por más tiempo.
Pero lo que más intriga me causa, es por qué no me lanzaron antes. Llegamos a un momento donde (para mí al menos) la opción de dejar que el barco se hundiera para morirnos/salvarnos todos era lo más conveniente, y el momento para botar carga por la borda (o sea, yo) había pasado hace más de un año antes.
El caso es que ahora mismo estoy en un re descubrimiento de qué es lo que quiero hacer, porque en este momento, no quiero nada, pero ahogarme tampoco es una opción que quiera tomar (esa ya la sorteé en su momento y es más el daño que haría).
Peace.
Comentarios
Publicar un comentario